El matrimonio es como un equipo, el cual tiene que
conocerse muy bien para poder ser más eficientes. Cuando se habla de Equipo, se habla de: Unidad, Complemento, Fidelidad,
Compromiso, Propósito y Apoyo mutuo.
Un equipo debe trabajar en unidad. Es imposible obtener buenos resultados
cuando hay división o no hay una disposición de trabajar en equipo. El
equipo del matrimonio debe tener esta conciencia de unidad en su relación y
evitar toda actitud de división. Unidad no significa estar de acuerdo en todo,
pero si estar dispuestos a escuchar, reconocer y ceder cuando se vean mejores
opciones para toma de decisiones.
Somos complementarios. Los hombres y las mujeres son
muy diferentes en muchas formas; y todas estas diferencias nos hacen
complementarios, no incompatibles. En un equipo se conjugan las diferencias
para cubrir todas las áreas. En el equipo del matrimonio, igualmente las
diferencias se complementan para tener un hogar balanceado y estable. Las
fortalezas del uno son generalmente debilidades en el otro y viceversa.
En un equipo los miembros deben ser fieles en cumplir
su responsabilidad cada uno de acuerdo a las instrucciones del Director. Hay
reglas e instrucciones que nos ha dejado nuestro Padre Celestial como diseñador
del Matrimonio y tenemos que esforzarnos por cumplirlas y permanecer fieles a
esas instrucciones para bien del equipo. Cada miembro debe cumplir sus
responsabilidades fiel e incondicionalmente. Al aceptar a nuestro cónyuge
aceptamos el compromiso de trabajar por el bienestar y la felicidad de él
(ella). Es un compromiso que adquirimos como hijos de Dios y que lo cumplimos
para honrarlo a ÉL. Si se cometen errores, se debe asumir la responsabilidad y
hacer los cambios necesarios para mejorar.
Todo equipo tiene un propósito; y el propósito del
Matrimonio es formar una familia y disfrutar de todas las cosas buenas de la
vida a la manera de Dios. El propósito del matrimonio es que logren la meta del
equipo, no las metas individuales. Que logren ser campeones como matrimonio y
como familia.
En un equipo los componentes del mismo se deben apoyar
mutuamente. Si alguno falla, los demás lo cubren y lo ayudan. Igualmente en el
Matrimonio, ambos cónyuges deben tener una actitud de apoyo incondicional para
mantener la estabilidad emocional y esa libertad que los ayudará a alcanzar grandes
cosas. Un equipo que hace bien las cosas es prosperado. Un matrimonio que
funciona como un equipo, es un matrimonio que será prosperado en todo. Si su
matrimonio no ha funcionado como un equipo, tome la decisión junto con su
cónyuge de poner la conciencia de equipo en su relación y de trabajar en los
aspectos que sea necesario para lograr convertirse en un equipo ganador. Tu matrimonio y tu familia es el tesoro más valioso que Dios te ha dado.
Amados, les deseamos que sean prosperados en todo y
que tengan salud, así como prospera su alma. 3Juan:2